Seguramente te has preguntado muchas veces cómo es que, a pesar del uso de suplementos, no sientes ninguna mejora en tu salud. ¿Cómo explicar el hecho de que la suplementación puede ser ineficaz? Hay varias razones, y de eso tratará nuestro artículo de hoy.
Debido al creciente interés en los importantes efectos que las vitaminas tienen sobre la salud, cada vez aparecen más productos en el mercado de los suplementos dietéticos. Esto pone muy fácil la entrada en el mercado pues la demanda es alta y de forma discrecional, cada cual puede servirse de ellos y así mejorar y cuidar de su salud. Lo que ocurre es que hay diferencias entre unos y otros. La realidad es que la mayoría de los productores de vitaminas no están interesados en realizar su propia investigación ni en determinar cómo funcionan sus productos en el cuerpo humano. Además, los propios productores se enfrentan a la presión competitiva del mercado, no mejorando la calidad de sus productos, sino bajando los precios. Para aumentar las ganancias, utilizan ingredientes sintéticos de baja calidad y no invierten en probar la efectividad de sus recetas y compuestos.
Titulares impactantes
Por ello, el número de informes que documentan los efectos negativos de las vitaminas en el organismo va en aumento con advertencias a los consumidores de este tipo:
«Los suplementos vitamínicos pueden aumentar el riesgo de cáncer y enfermedades del corazón». The Guardián
Lo que necesita saber sobre la vitamina D y el cáncer. Hora
«No tomes vitaminas». The New York Times
Por un lado, los consumidores están preocupados por estos informes en los medios, ya que crean confusión e incertidumbre, y por otro lado, nos hacen conscientes del hecho de que no todas las fórmulas/suplementos son iguales y que muchas recetas de multivitaminas, en realidad, tienen efectos negativos para la salud. ¿De qué otra manera podemos explicar que las combinaciones de micronutrientes comúnmente utilizadas puedan promover el crecimiento de células cancerosas?
Sin embargo, debemos evitar sacar conclusiones equivocadas. Estos informes de los medios de comunicación masivos cometen un error lógico en sus argumentos. Un error que consiste en la generalización de los resultados de estudios realizados con el uso de preparaciones aleatorias de baja calidad. Y por supuesto, esto desacredita el valor de los suplementos vitamínicos en general.
Suplementación e investigación ineficaces
Como muestra la investigación del Instituto Dr. Rath, no se pueden hacer generalizaciones sin abordar primero los problemas de eficacia y calidad. Por ello, se debe prestar especial atención a las materias primas, a su origen y calidad, a las interacciones sinérgicas de los ingredientes y a la dosis recomendada. Es posible que las combinaciones de micronutrientes de baja calidad no brinden los mismos beneficios que las mezclas desarrolladas científicamente y ampliamente probadas. Si la calidad de los productos probados está en duda, los resultados inevitablemente reflejarán este hecho.
Tomamos vitaminas para un propósito específico. Son muy importantes para nosotros desde un punto de vista bioquímico. Sin ellas, no se producirá ninguna reacción metabólica en nuestro organismo. Su fuente debería ser nuestra alimentación, pero al observar los niveles de vitaminas en los alimentos, nos percatamos claramente de su disminución, incluso a valores negativos. Además, las normas adoptadas limitan severamente el acceso a algunos micronutrientes, lo que se traduce en que nos encontramos en un estado de «mala salud».
Producción de bioenergía celular
Prácticamente todos los procesos biológicos en nuestras células requieren energía biológica. La molécula crucial para el suministro de esta energía es el trifosfato de adenosina (ATP). El ATP es una molécula única capaz de almacenar energía biológica en su estructura. Podemos verlo como una batería: las células utilizan la energía de las moléculas de ATP para la vida y las funciones celulares (división, regeneración, trabajo, etc.), y sin suficiente bioenergía, la vida no puede sostenerse.
Suministro adecuado de micronutrientes
Al mismo tiempo, sin un aporte adecuado de micronutrientes, nuestras plantas de energía celular – las mitocondrias – no son capaces de generar la bioenergía necesaria para el buen funcionamiento de la célula. En última instancia, esto conducirá al daño celular y a su muerte. Si el deterioro de la producción de energía no se limita a las células individuales, sino que se extiende por todo el cuerpo, los sistemas de órganos completos pueden fallar, lo que puede provocar numerosos síntomas médicos que empeoran con el tiempo, como el deterioro de los tejidos, el deterioro de los órganos y el desarrollo de muchos problemas graves de salud, que incluyen enfermedades metabólicas, neurodegenerativas y de envejecimiento prematuro. Al proporcionar micronutrientes a nuestras mitocondrias, podemos prevenir numerosas complicaciones de salud.
Nuestro corazón
Cada minuto, el corazón humano bombea alrededor de 5 a 6 litros de sangre a través del cuerpo. Por lo tanto, las células del músculo cardíaco humano necesitan un suministro constante de nutrientes para funcionar de manera óptima. Para cumplir con los requisitos de alta energía de un corazón que late constantemente, cada célula del músculo cardíaco contiene no menos de 5 000 mitocondrias. Cuando el cuerpo experimenta una deficiencia crónica de micronutrientes esenciales, el efecto sobre el metabolismo energético es claramente perceptible, lo que puede provocar una interrupción inmediata de la función cardíaca. A largo plazo, ello puede conducir a la disfunción mitocondrial y, en consecuencia, a la manifestación de diversas enfermedades, incluida la miocardiopatía.
En resumen, los suplementos dietéticos adecuadamente diseñados y probados pueden mejorar significativamente la producción celular de bioenergía en forma de ATP. Es importante que las personas con altos requerimientos de bioenergía, incluidos los atletas y las personas con ciertas afecciones crónicas, como las enfermedades cardiovasculares, sepan qué fórmulas son más efectivas.