Todos los meses lo mismo: dolor abdominal, tirones en la pelvis y en la espalda, sensación de hinchazón… la lista es larga. A ello se le suma el fuerte dolor menstrual, experimentado por muchas mujeres que, aun sin saberlo, pueden tener un fibroma. Entre los 18 y los 50 años, entre el 20 y el 50 por ciento de las mujeres son diagnosticadas de miomas. Sin embargo, se calcula estos pasan desapercibidos en un 70 a 80 por ciento de los casos de las mujeres de esta edad. Si se presentan síntomas deben ser examinadas por un médico, pero no siempre se sabe qué hay detrás.
La mejor protección contra el desarrollo de miomas uterinos, así como para el tratamiento de apoyo, es la elección de combinaciones eficaces y seguras de micronutrientes.
Los miomas suelen diagnosticarse como hallazgo incidental porque no provocan ningún síntoma específico. Entre ellos, se suelen dar: sangrado doloroso y abundante, con coágulos de sangre, sangrado intermitente, sangrado continuo, aumento de peso, aumento de la micción, infecciones de vejiga, dolor en la zona pélvica, flatulencia y estreñimiento y dolor de espalda.
Los desequilibrios hormonales, habitualmente entre estrógenos y progesterona, pueden provocar en las mujeres un tumor benigno en el bajo vientre o mioma uterino. La causa exacta de los miomas uterinos aún no se conoce del todo. Lo que sí es cierto es que determinados factores de riesgo aumentan la probabilidad de que aparezcan.
El riesgo de que el ginecólogo diagnostique un mioma uterino aumenta en las mujeres durante la menopausia, tras la cual los miomas suelen volver a reducirse de forma natural. Además de la herencia, hay muchos otros factores que pueden estar influyendo. Entre ellos se encuentran: la obesidad, un consumo elevado de carne y embutidos, demasiadas proteínas animales y harina blanca, el estrés crónico y la ausencia de ejercicio físico.
La menopausia va acompañada de una disminución del nivel de estrógenos. Como el crecimiento de los miomas depende de las hormonas, los miomas suelen ir a menos o detenerse al final de la menopausia. Por eso, para muchas mujeres, un tratamiento alternativo y natural puede merecer la pena. Sobre todo si la mujer adapta conscientemente su dieta. Existen incluso dietas especiales que supuestamente «matan de hambre» a los miomas.
Las mujeres que padecen miomas de gran tamaño pueden elegir entre distintos tratamientos quirúrgicos
- Miomectomía
- Embolización de miomas uterinos
- CIRUGÍA DE LASH
- Ablación endometrial
- Histerectomía
En última instancia, la mujer decide por sí misma, junto con su ginecólogo, cuál es la mejor opción y tratamiento para ella. Si la cirugía está en juego, puede tener sentido obtener una segunda opinión. La cuestión de la edad y el deseo de tener hijos son puntos que influyen en la elección de una solución quirúrgica o una solución médica complementaria.
En algunos casos, es posible realizar intervenciones suaves, de forma que sólo haya que extirpar el mioma, aunque éste puede volver a crecer.
Micronutrientes indicados
Algunas sustancias naturales pueden ser de ayuda en la prevención natural de los miomas. El té verde tiene un potente ingrediente: el epigalocatequina-3-galato, abreviado EGCG, con fuertes propiedades antiinflamatorias. Diversos estudios han demostrado que el extracto concentrado de té verde (epigalocatequina) puede inhibir el crecimiento de fibromas. Se trata de un potente antioxidante que puede acompañar el tratamiento médico y puede utilizarse como medida preventiva para promover la salud.
Los principios activos del té verde despliegan todo su poder antiinflamatorio de forma más potente en forma de suplemento. Pero, además, el té verde puede disfrutarse tranquilamente a lo largo del día. Si es de calidad supone una excelente fuente de antioxidantes. Además, las ceremonias del té también favorecen el equilibrio mental.
Nutrición para un exceso de estrógenos
Es aconsejable comer principalmente alimentos vegetarianos. Una dieta beneficiosa para los fibromas consiste en muchos antioxidantes, principalmente polifenoles ya que los fibromas no son estimulados por los alimentos vegetales.
Una parte importante en la prevención de los fibromas es, por tanto, una dieta basada en plantas y antiinflamatoria. La base es una alta proporción de verduras y frutas. También incluye cereales integrales, guisantes, lentejas, judías, aceitunas, quinoa, avena, semillas y frutos secos que son el complemento ideal.
Los aceites bien tolerados son los de alta calidad como el aceite de oliva, aceite de linaza, aceite de coco y aceite de algas. También contribuyen las proteínas vegetales, los prebióticos y los alimentos alcalinos.
Hay que privilegiar los productos de temporada, regionales y ecológicos. Los prebióticos fijan el exceso de estrógenos y descomponen el exceso a través del aparato digestivo. La carne, el pescado, los productos lácteos y los huevos están permitidos, con un máximo de dos veces por semana, y el consumo de proteína animal hasta 300 g/semana. Los dulces también pueden tener un efecto negativo sobre los fibromas.
Las hierbas medicinales también pueden tener un efecto favorable sobre los crecimientos benignos. En algunos casos la milenrama y la bolsa de pastor han tenido un efecto reductor sobre los fibromas. Estos fitoestrógenos se unen a los sitios de acoplamiento, que actúan como receptores de estrógenos. La pimienta del monje, vitex o agnus castus aumenta la síntesis de la hormona del cuerpo lúteo progesterona. Además, el trébol de miel, la vid, la capuchina, la flor de pascua, el manto de dama, el ñame y la onagra también se utilizan como «frenos» naturales.
Entre los micronutrientes que apoyan las funciones de las células y todo el metabolismo se encuentran los ácidos grasos esenciales omega 3 que influyen favorablemente en los niveles hormonales de las mujeres – a partir de la ingesta optimizada – con predominio de estrógenos. Un complemento alimenticio optimizado con una formulación de Omega-3, vitamina A, vitamina D, el complejo vitamínico B y el mineral magnesio puede mantener a raya los tumores benignos o incluso evitar su formación. La carga concentrada de sustancias vegetales secundarias del té verde es también una forma alternativa de combatir los fibromas y deshacerse de ellos a largo plazo.
FUENTES:
Dr Rath Health Foundation (2021). Celular Medicina celular para fibromas uterinos.
[Folleto]. Recuperado el 12.05.2022, de https://issuu.com/drrath/docs/drhf_
myomen-der-gebaermutter-de-090321