Casi una de cada tres mujeres sufre el síndrome premenstrual (SPM), un conjunto de síntomas que aparece en los días previos a la menstruación. Los síntomas pueden ser tanto físicos como psicológicos y varían en intensidad de una mujer a otra. Muchas afectadas experimentan alteraciones en el estado de ánimo, y los calambres abdominales no son infrecuentes. En algunos casos, los síntomas son tan intensos que afectan gravemente el desempeño de las actividades diarias. ¿Existen alternativas naturales a los analgésicos y tratamientos hormonales que puedan facilitar la gestión del SPM? La medicina celular tiene la respuesta
Un conjunto de síntomas
Las mujeres con SPM experimentan diferentes síntomas en la segunda mitad de su ciclo, es decir, después de la ovulación y antes del inicio de la menstruación, los cuales pueden durar varios días. Durante este tiempo, las mujeres pueden estar más irritables, tener problemas para dormir, sentirse cansadas, desmotivadas y desanimadas. A esto se suman con frecuencia dolores en el abdomen, cabeza y espalda.
La mayoría de las mujeres experimenta síntomas leves antes de la menstruación, sin gran impacto en su vida cotidiana. Sin embargo, entre el 20 y el 40 % de las mujeres presentan varios síntomas más pronunciados que afectan su vida diaria de manera notable, y aproximadamente entre el 3 y el 8 % experimenta síntomas tan graves que les resulta difícil llevar su vida habitual.
Fluctuaciones hormonales como causa del SPM
¿Qué causa que algunas mujeres sufran síntomas de SPM? Las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual parecen desempeñar un papel esencial. Los estudios sugieren que un desequilibrio entre las hormonas femeninas, estrógeno y progesterona, es la causa del SPM. El cuerpo produce más progesterona en la segunda mitad del ciclo, mientras disminuye la producción de estrógeno.
El estilo de vida también puede influir en la intensidad de los síntomas del SPM. Existen indicios de que la falta de micronutrientes, el consumo de alcohol, el tabaquismo, la falta de ejercicio y el estrés pueden intensificar los síntomas.
Antidepresivos y tratamientos convencionales
Los antidepresivos, especialmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), pueden ayudar a aliviar los síntomas psicológicos del SPM, ya que aumentan la concentración de serotonina en el cerebro, mejorando el estado de ánimo. Sin embargo, estos pueden causar efectos secundarios como problemas de sueño, falta de energía y problemas digestivos. Para los dolores de cabeza, abdominales o de espalda causados por el SPM, se suelen utilizar analgésicos como ibuprofeno o diclofenaco, que también tienen posibles efectos secundarios como malestar estomacal, náuseas, vómitos y mareos.
En las últimas décadas, la investigación en medicina natural ha avanzado significativamente, desarrollando alternativas sin efectos secundarios para el tratamiento de la salud femenina. Los suplementos de origen vegetal y los micronutrientes suelen ofrecer una solución más suave y holística para aliviar los síntomas del SPM.
No recurrir inmediatamente a los medicamentos
Existen varios enfoques para tratar los síntomas del SPM. Los síntomas leves pueden gestionarse bien con ejercicio, técnicas de relajación o cambios en la dieta (como reducir el consumo de sal, alcohol y cafeína y aumentar la ingesta de cereales integrales, frutas y verduras). Cuando los síntomas son más intensos, muchas mujeres recurren, a menudo precipitadamente, a medicamentos. Sin embargo, estos medicamentos no están específicamente aprobados para el tratamiento del SPM y suelen presentar efectos secundarios.
Los tratamientos hormonales, como los anticonceptivos, estabilizan las fluctuaciones hormonales del ciclo menstrual, lo cual puede aliviar los síntomas del SPM. Los efectos secundarios frecuentes de la “píldora” incluyen náuseas, sangrado intermenstrual y dolor en los senos, y el uso de anticonceptivos aumenta el riesgo de trombosis.
Las alternativas naturales, como los suplementos de micronutrientes, ofrecen un enfoque más integral para aliviar los síntomas del SPM. A continuación, se presentan algunos micronutrientes especialmente útiles para las mujeres que padecen SPM.
Micronutrientes para mujeres con SPM
Los micronutrientes son fundamentales para el tratamiento y la prevención de problemas de salud femenina, ya que respaldan de forma natural los procesos fisiológicos del cuerpo. Las vitaminas, minerales, oligoelementos, ácidos grasos insaturados y otros nutrientes naturales pueden ser efectivos para abordar los síntomas del SPM.
Salud mental y neurotransmisores
El SPM puede provocar una desregulación entre el sistema nervioso y el control hormonal. La serotonina, un neurotransmisor, juega un papel esencial y su producción y liberación se ven afectadas por los cambios hormonales durante el ciclo menstrual. La falta de serotonina puede contribuir a síntomas emocionales típicos del SPM, como cambios de humor, irritabilidad y ansiedad.
Los micronutrientes, como la vitamina B12, actúan como potenciadores naturales del estado de ánimo y son esenciales para la salud de las células nerviosas y cerebrales. Su deficiencia puede derivar en síntomas depresivos. Por ejemplo, la falta de vitamina B12 se asocia con bajos niveles de serotonina, lo cual contribuye a síntomas comunes del SPM, como fatiga, agotamiento y depresión.
Músculo liso: también importante para el riñón
Las células del músculo liso se encuentran en las paredes de todos los órganos huecos, excepto en el corazón. Además del útero, se encuentran en órganos como el estómago, los intestinos y la vesícula biliar, donde cumplen funciones importantes. Estas células regulan la presión sanguínea en los vasos, facilitan el tránsito de los alimentos en los intestinos y permiten la contracción del útero durante el parto.
En los riñones, los músculos lisos también desempeñan un papel crucial: mediante contracciones y relajaciones alternadas, transportan la orina hacia la vejiga, donde se almacena hasta su expulsión.
Los micronutrientes como la arginina y la vitamina C son importantes aquí, ya que promueven la relajación de las células del músculo liso en los riñones y los uréteres, facilitando el flujo de la orina al máximo diámetro posible y evitando obstrucciones. De este modo, los micronutrientes pueden contribuir a que los cálculos renales se expulsen de forma más fácil y menos dolorosa con la orina.
Para más información, consulta el boletín de salud del Dr. Rath en: https://issuu.com/drrath/docs/dres_brosch_re_womans_health_es_131022_issuu