A medida que se acerca el verano, nos preocupamos más por la exposición al sol y los cánceres de piel. El carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma son las formas más comunes de cáncer de piel, y el melanoma maligno es el más mortal de todos ellos. En todo el mundo, a una de cada tres personas se le diagnostican algún tipo de alteración tumoral clasificada dentro de los cánceres de piel. Los rayos UV -un tipo de radiación invisible que procede del sol, pero también de las cámaras de bronceado y las lámparas solares- pueden dañar las células de la piel y provocar cáncer.
Por eso es importante protegerse de los rayos UV todo el año, no sólo en verano. Además, la exposición a carcinógenos químicos a través de los alimentos y el agua, las deficiencias nutricionales, la inmunosupresión prolongada y tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia también aumentan las probabilidades de desarrollar cáncer de piel.
Las mujeres menores de 50 años tienen un mayor riesgo de desarrollar melanoma. De hecho, el melanoma es la segunda forma más común de cáncer en mujeres menores de 30 años. El factor de riesgo más común del cáncer de piel es la exposición a la luz solar ultravioleta, que provoca daños en las células de la piel causados por los radicales libres.
Algunos nutrientes, como la vitamina C y la vitamina E, son muy eficaces para reducir el daño causado por los radicales libres. Además, la vitamina C ayuda a aumentar el colágeno (junto con los aminoácidos lisina y prolina), reduce el estrés oxidativo, puede corregir los daños cutáneos causados por los rayos UV y los factores inflamatorios, y reduce la conversión cancerosa de las células de la piel. También se sabe que la aplicación tópica de vitamina C refuerza la barrera inmunitaria que ofrece la piel y su potencial antioxidante.
Por ello, los científicos del Instituto de Investigación Dr. Rath han investigado los efectos de las propiedades antioxidantes y anticancerígenas de una combinación específica de micronutrientes que contiene vitamina C, lisina, prolina, extracto de té verde, y otros micronutrientes en las células cancerosas de la piel utilizando métodos in vitro e in vivo.
Estos estudios in vitro señalan que estos micronutrientes son eficaces para inhibir la multiplicación incontrolada de células cancerosas responsables del crecimiento tumoral, así como para reducir su potencial invasor y metastásico mediante la inhibición de la metaloproteinasa de matriz (MMP) enzimas. Estos hallazgos fueron confirmados en modelos de ratón que muestran que la suplementación dietética con micronutrientes suprime sustancialmente el crecimiento de células cancerosas de la piel y el desarrollo de tumores. Si se descubrieron tumores pequeños, estaban bien encapsulados, lo que indica un potencial reducido de diseminación.
El melanoma es el cáncer de piel más temido debido a su agresividad y rápida propagación a órganos vitales como el corazón, el hígado, los riñones y el cerebro.
Pues bien, nuestros estudios mostraron que las combinaciones específicas de micronutrientes podrían reducir eficazmente la metástasis del melanoma en el hígado y el bazo. Esta eficacia consistente de esta combinación de micronutrientes en la supresión de varias rutas metabólicas del cáncer de piel y su metástasis indica que el control natural del crecimiento y propagación del cáncer es posible mediante la orientación de sus diversos mecanismos celulares a la vez. Por lo tanto, además de la protección contra la sobreexposición al sol y otras medidas preventivas, la suplementación con micronutrientes debe considerarse un factor adicional importante para reducir las probabilidades de desarrollar cáncer de piel.
Fuentes:
- Roomi MW, et al., Integrative Cancer Therapies, Jan 2019
- J. Cha, et al., Experimental Oncology 2011, 33(4):1-5
- Roomi MW, et al., Biofactors. 2008;33:181-189