Beneficios de los micronutrientes en la salud de las mujeres
Las necesidades nutricionales de hombres y mujeres son muy diferentes. El cuerpo de la mujer necesita un apoyo nutricional adicional durante varias de las transiciones fisiológicas que experimenta, como son la pubertad, la menstruación, el embarazo, la lactancia y la menopausia. Además, las mujeres se ven afectadas por problemas de salud diferentes a los de los hombres.
Por ejemplo, las enfermedades autoinmunes, la artritis, la osteoporosis y la depresión se diagnostican más frecuentemente en ellas. A pesar de la creencia popular de que las que las enfermedades del corazón se desarrollan principalmente en los hombres, en Estados Unidos, 1 de cada 4 mujeres menopáusicas muere por enfermedades del corazón, lo que la convierte en la principal causa de mortalidad entre las mujeres estadounidenses. Para funcionar de forma óptima, el cuerpo femenino necesita nutrientes específicos que proporcionen bioenergía a las células del sistema nervioso, inmunológico, cardiovascular y endocrino.
El sistema nervioso es el principal sistema de comunicación del cuerpo que supervisa y controla casi todos los sistemas de órganos. Las células del mismo tienen unas necesidades extremadamente altas de nutrientes y apoyan funciones críticas como la producción y el metabolismo de los neurotransmisores (sustancias químicas que transmiten información a todo el cuerpo), y la optimización de la estructura y composición de las membranas celulares de las células nerviosas.
Las células del sistema nervioso consumen más energía que las células de cualquier otro órgano, y una vez dañadas, les cuesta mucho más su reproducción. Para protegerlas, se necesitan ciertos nutrientes: la vitamina C, la vitamina B6, el inositol y la colina son algunos de los suplementos más importantes para un sistema nervioso en forma. La cantidad de vitamina C en el cerebro es una de las más altas en comparación con otros órganos.
El sistema inmunitario femenino se pone a prueba repetidamente durante pubertad, el embarazo y la menopausia, lo que hace que las mujeres sean más proclives a padecer enfermedades autoinmunes y otros problemas de salud relacionados. Las enfermedades autoinmunes como los trastornos de la tiroides, la enfermedad celíaca y la enfermedad de Crohn, artritis, psoriasis y trastornos de la piel, entre muchas otras, son las principales causas de discapacidad en mujeres menores de 65 años. En este sentido, la vitamina C, y las vitaminas del grupo B, el selenio, el ácido fólico y las isoflavonas de soja son importantes para reforzar el sistema inmunitario.
El sistema endocrino segrega hormonas que regulan diversas fases del crecimiento y el metabolismo. Aunque se segregan en pequeñas cantidades, las hormonas afectan al metabolismo de la mujer durante la pubertad, los años reproductivos, el embarazo y la menopausia.
Muchos síntomas, como el síndrome premenstrual, los síntomas de la menopausia y las migrañas están relacionados con desequilibrios hormonales. Las vitaminas C, B5 y B6, el yodo, las isoflavonas de soja y el selenio son especialmente importantes en todos los aspectos de las funciones hormonales y el metabolismo.
Las vitaminas B5 y B6 afectan a los niveles de cortisol, progesterona y estrógeno que influyen en el crecimiento, el desarrollo, el metabolismo y la respuesta al estrés de la mujer. El embarazo, la lactancia y el uso de anticonceptivos orales crean una deficiencia de vitaminas B. El yodo es un oligoelemento esencial para la producción de la hormona tiroidea, que a su vez tiene una gran variedad de efectos en el organismo. El consumo elevado de soja se ha correlacionado positivamente con la salud ósea y la reducción del riesgo de osteoporosis.
El funcionamiento del sistema cardiovascular y los síntomas de las de la enfermedad cardíaca en las mujeres son muy diferentes a los de los hombres. Por ello, a menudo se pasa por alto el diagnóstico. Varios nutrientes actúan en sinergia para mejorar y optimizar las funciones de un sistema cardiovascular sano. Entre ellos están las vitaminas C, E, B6 y B12, los aminoácidos lisina y prolina, el ácido fólico y las isoflavonas de soja, entre  otros.
La vitamina C es un nutriente fundamental para todas las células humanas. Es esencial para la síntesis y la estructura adecuada del colágeno que da fuerza y flexibilidad al corazón y a los vasos sanguíneos. La vitamina C también interviene en el metabolismo del colesterol.
La menstruación, el embarazo y la menopausia son procesos naturales en el ciclo vital de la mujer, no son enfermedades. Pero sí requieren un apoyo nutricional específico. Las necesidades nutricionales de la mujer también aumentan durante la enfermedad y el estrés, en las fumadoras y con el uso de anticonceptivos orales y otros fármacos. Cualquier desequilibrio entre estas demandas y la oferta contribuye a diversos problemas de salud. La suplementación adecuada de nutrientes sinérgicos proporciona una base para una vida sana, también entre las mujeres.

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