La insuficiencia cardíaca, que afecta hasta al 3% de los adultos de todo el mundo, reduce invariablemente la calidad de vida y la esperanza de vida de quienes la padecen. Al no comprender sus causas primarias, la medicina convencional se centra en el uso de fármacos para tratar los síntomas. En casos graves, como último recurso, se realizan trasplantes de corazón. Sin embargo, aún desconocido para muchos médicos, que la suplementación con el micronutriente clave coenzima Q10 ha demostrado importantes beneficios para los pacientes con insuficiencia cardíaca. La concentración de esta importante sustancia natural, que desempeña un papel vital en la producción de energía en las mitocondrias, las «centrales eléctricas» de las células del organismo, disminuye con la edad.
Los estudios han demostrado una relación inversa entre los niveles de coenzima Q10 y la gravedad de los síntomas en la insuficiencia cardíaca. Así pues, la medición de las reservas corporales de este micronutriente crucial puede ser un indicador importante del pronóstico. Por ejemplo, se ha demostrado que los pacientes con insuficiencia cardíaca con niveles más bajos de coenzima Q10 tienen un mayor riesgo de muerte. Por el contrario, incluso en personas de edad avanzada, las concentraciones elevadas de este micronutriente se asocian a un menor riesgo cardiovascular.
También se ha validado que la suplementación a largo plazo con 300 mg al día de coenzima Q10 mejora significativamente la función cardiaca y el pronóstico en pacientes con insuficiencia cardiaca. Un metaanálisis de 26 ensayos clínicos con 2.250 participantes descubrió que la suplementación con coenzima Q10 puede reducir el riesgo de muerte por cualquier causa en pacientes con insuficiencia cardiaca. En particular, los investigadores proponen que el uso de coenzima Q10 tiene una «alta probabilidad de ser más rentable que la atención estándar sola.»
Otros beneficios de la coenzima Q10 relacionados con el sistema cardiovascular son la reducción de los niveles séricos elevados de triglicéridos, la disminución de la presión arterial y la ayuda a mejorar la supervivencia tras una parada cardiaca.
La coenzima Q10 y las estatinas
Desde hace más de treinta años se sabe que las estatinas reducen los niveles de coenzima Q10 en el organismo. Los estudios han demostrado que esta clase de fármacos puede causar una amplia variedad de efectos secundarios, como dolor muscular, fatiga, diabetes, problemas cognitivos, elevación de las pruebas de función hepática, disminución de la función renal, accidente cerebrovascular hemorrágico y otros. Dada la importancia de la coenzima Q10, muchos investigadores creen que su agotamiento por las estatinas puede estar directamente relacionado con estos problemas.
Por lo señalado, en 1989 la empresa farmacéutica Merck obtuvo patentes (US4933165A y US4929437A) sobre el uso de CoQ10 en combinación con estatinas. Sin embargo, a pesar de creer aparentemente que la inclusión de CoQ10 con estatinas supondría un «beneficio considerable» para los pacientes, Merck nunca ha comercializado ningún producto que contenga esta combinación. Por tanto, sólo cabe suponer que la principal motivación de la empresa en el momento en que obtuvo estas patentes era esencialmente impedir que otros lo hicieran. Sin embargo, las patentes ya han expirado.
El enfoque de la medicina celular para la insuficiencia cardíaca
Dado que la medicina convencional es incapaz de erradicar la insuficiencia cardíaca y que algunos de los fármacos que prescribe para tratarla incluso aumentan el riesgo de muerte, es evidente que se necesita una alternativa eficaz, segura y con base científica. La buena noticia es que esa alternativa ya existe.
Como revela el descubrimiento de Medicina Celular del Dr. Rath, la razón principal por la que se produce la insuficiencia cardíaca es una deficiencia de vitaminas y otros micronutrientes esenciales que proporcionan bioenergía a miles de millones de células del músculo cardíaco. Estas células son las responsables de la contracción del músculo cardíaco y del bombeo óptimo de la sangre a la circulación. Las deficiencias de vitaminas y otros micronutrientes esenciales merman la capacidad de bombeo del corazón, lo que provoca fatiga, dificultad para respirar y otros síntomas incapacitantes.
Además de la coenzima Q10, el enfoque del Dr. Rath para la insuficiencia cardíaca utiliza cantidades óptimas de vitamina C, junto con micronutrientes adicionales como la vitamina E, las vitaminas del grupo B, la carnitina y la taurina. Cuando se utilizan juntos en las dosis correctas, esta combinación de nutrientes puede prevenir y corregir de forma segura la insuficiencia cardíaca optimizando los niveles de energía celular en las células del músculo cardíaco.
La conclusión es que enriquecer la dieta diaria con una ingesta suplementaria de coenzima Q10 y otros micronutrientes clave optimiza el funcionamiento del corazón previniendo la insuficiencia cardiaca.
