La dieta mediterrĆ”nea como prevenciĆ³n de mĆŗltiples enfermedades de hoy dĆa. AsĆ de contudentes son los estudios. Posiblemente la dieta mĆ”s estudiada de los Ćŗltimos setenta aƱos, la llamada Ā«dieta mediterrĆ”neaĀ» se basa en los hĆ”bitos alimentarios de las poblaciones que viven en los paĆses ribereƱos del mar MediterrĆ”neo, en particular el sur de Italia, EspaƱa y Grecia, ya lo sabemos. AsĆ que, en principio, estamos de suerte. En comparaciĆ³n con las personas que residen en el norte de Europa o NorteamĆ©rica, la poblaciĆ³n de estas regiones tiende a tener una mayor longevidad y una menor incidencia de enfermedades crĆ³nicas degenerativas. Un reciente artĆculo de investigadores italianos analiza el papel de la dieta mediterrĆ”nea en estas ventajas y cĆ³mo su contenido en nutrientes puede ayudar a prevenir la apariciĆ³n de las enfermedades mĆ”s comunes en la actualidad.
Publicado en la revista AIMS Public Health, el artĆculo describe cĆ³mo los componentes clave en los que se ha basado histĆ³ricamente la dieta mediterrĆ”nea incluyen fruta y verdura en grandes cantidades, cereales integrales, legumbres y frutos secos, aceite de oliva, yogur, cantidades moderadas de queso, un mĆ”ximo de unos cuatro huevos a la semana, con pequeƱas cantidades de carne, pescado y vino. Tras seƱalar que el beneficio de este rĆ©gimen dietĆ©tico reside en su capacidad para mantener la salud y mejorar la longevidad, los investigadores resumen los principales estudios que lo relacionan con la prevenciĆ³n y el tratamiento de la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cĆ”ncer, la enfermedad de Alzheimer y el deterioro cognitivo.
La dieta mediterrƔnea y la diabetes
En el artĆculo se describe que la dieta mediterrĆ”nea es muy beneficiosa para prevenir la diabetes de tipo 2 y permite a los diabĆ©ticos controlar mejor su glucemia, y se seƱala que la AsociaciĆ³n Americana de Diabetes y la AsociaciĆ³n Americana del CorazĆ³n recomiendan este rĆ©gimen dietĆ©tico para mejorar el control glucĆ©mico y los factores de riesgo cardiovascular. Los investigadores sugieren que los mecanismos que subyacen a estos beneficios para la diabetes estĆ”n relacionados con una acciĆ³n antioxidante y antiinflamatoria propia de los diversos fitonutrientes en los que son ricos los alimentos bĆ”sicos de la dieta mediterrĆ”nea.
La dieta mediterrƔnea y las enfermedades cardiovasculares
El documento afirma que la generaciĆ³n de estrĆ©s oxidativo perjudicial es una de las causas de las enfermedades degenerativas crĆ³nicas. Los investigadores explican que, para evitar el daƱo oxidativo, los principales mecanismos de defensa celular incluyen enzimas como la catalasa, la superĆ³xido-dismutasa y la glutatiĆ³n-peroxidasa. La producciĆ³n celular de estas enzimas vitales requiere la ingesta de los minerales hierro, cobre, selenio y zinc.
Los investigadores seƱalan que las vitaminas A, C y E, asĆ como fitonutrientes como los flavonoides, la luteĆna y el licopeno, contribuyen a la acciĆ³n antioxidante y describen cĆ³mo estos nutrientes se encuentran en alimentos como la sandĆa, las manzanas, las uvas, los frutos rojos, los tomates y las verduras de hoja verde. Estos alimentos tambiĆ©n son valiosas fuentes de minerales. Los investigadores subrayan que la ingesta dietĆ©tica de estos nutrientes es sumamente importante para prevenir y tratar los trastornos cardiovasculares.
La dieta mediterrƔnea y el cƔncer
Los investigadores tambiĆ©n apuntan a numerosos estudios que han puesto de manifiesto una correlaciĆ³n entre la dieta mediterrĆ”nea y la prevenciĆ³n de varias formas de cĆ”ncer, y que la introducciĆ³n de polifenoles en la dieta parece capaz de reducir el cĆ”ncer de mama y su recurrencia.
En cuanto al cĆ”ncer colorrectal, el artĆculo cita un estudio realizado en EspaƱa en el que participaron unas 41.000 personas de entre 29 y 69 aƱos. Para evaluar los efectos preventivos de la dieta contra la apariciĆ³n de esta enfermedad, el estudio se basĆ³ en la comparaciĆ³n de tres patrones dietĆ©ticos diferentes: una dieta Ā«occidentalĀ», con un alto consumo de grasas saturadas procedentes de productos lĆ”cteos y carnes rojas, cereales refinados, bebidas calĆ³ricas y dulces; una dieta Ā«prudenteĀ», con consumo de quesos light, verduras, frutas, cereales integrales y zumos; y la dieta mediterrĆ”nea, con consumo de pescado, legumbres, verduras, cereales integrales, patatas cocidas, fruta, aceite de oliva y bajo consumo de zumos.
La dieta mediterrƔnea y la enfermedad de Alzheimer
Los investigadores afirman que entre los factores que predisponen a la enfermedad de Alzheimer se encuentran las deficiencias de nutrientes antioxidantes como las vitaminas C, E, B6, B12 y el folato. Sugiriendo que la introducciĆ³n de estos nutrientes podrĆa desempeƱar un papel preventivo, citan un estudio realizado en 1.864 ancianos residentes en Grecia que descubriĆ³ que la adherencia a la dieta mediterrĆ”nea puede tener un efecto beneficioso contra el deterioro cognitivo. Del mismo modo, un estudio realizado en el Reino Unido con mĆ”s de 500.000 participantes informĆ³ de que cuanto mayor era la adherencia a una dieta mediterrĆ”nea, menor era el riesgo de demencia, independientemente de factores genĆ©ticos.
Permitir una disminuciĆ³n del gasto pĆŗblico en sanidad
En la conclusiĆ³n de su artĆculo, los investigadores seƱalan que, en las Ćŗltimas dĆ©cadas, los principios en los que se basa la dieta mediterrĆ”nea se han perdido incluso en los propios paĆses mediterrĆ”neos. En su lugar se ha producido una tendencia creciente al consumo de alimentos ultraprocesados, hipercalĆ³ricos y pobres en fibra.
Para remediar esta situaciĆ³n, sostienen que las decisiones de los gobiernos, tanto de los paĆses de renta alta como de los paĆses en vĆas de desarrollo, deberĆan fomentar la producciĆ³n y el consumo de los alimentos que caracterizaban la dieta mediterrĆ”nea original. Esto, dicen, se reflejarĆa en una disminuciĆ³n del gasto sanitario. Ahora que los productos ultraprocesados dominan cada vez mĆ”s el sistema alimentario mundial, ha llegado el momento de cambiar y regresar a la dieta de toda la vida, al menos la de aquĆ.