Científicos del Instituto de Investigación Dr. Rath han estudiado recientemente los efectos de diversos compuestos naturales en la enfermedad de Alzheimer (EA). Su enfoque examina el impacto de estos compuestos en células de fibroblastos de la piel derivadas de pacientes de EA de ambos sexos, jóvenes y mayores, y las compara con células de fibroblastos dérmicos humanos normales. El estudio, publicado en la revista American Journal of Food and Nutrition, pretende entender cómo influyen los compuestos naturales en marcadores significativos de la patología de la EA: la expresión del gen de la apolipoproteína E (ApoE), la producción de la proteína ApoE codificada por este gen y los niveles de la proteína Tau.
Dado que la inflamación desempeña un papel importante en el desarrollo de la EA y otros procesos neurodegenerativos, los experimentos se llevaron a cabo en condiciones tanto normales como proinflamatorias, que podrían alterar la respuesta de las células a los compuestos. Se probaron varias sustancias naturales como posibles moduladores de los marcadores de la EA, entre ellas vitaminas, isoflavonas de la soja (genisteína y daidzeína), precursores de la síntesis de fosfolípidos como el inositol y la colina, y fosfatidilserina, un importante fosfolípido de membrana.
¿Qué relación tiene la ApoE con la EA?
Mientras que con frecuencia oímos hablar de la acumulación de placas amiloides en los cerebros de los pacientes afectados por la EA, o de la presencia de estructuras intracelulares compuestas de proteína Tau agregada, no se hace referencia tan a menudo a la ApoE. De hecho, esta proteína funciona como un transportador de lípidos encargado de llevar colesterol y fosfolípidos a diversas células, entre ellas las neuronas. Los problemas con la capacidad de las células cerebrales para procesar lípidos se han relacionado no sólo con el desarrollo de la EA, sino también con otras patologías neurológicas. El gen ApoE, en particular su forma ApoE4, se ha identificado en más de la mitad de los casos de EA.
Dado que la ApoE contribuye a la progresión de la enfermedad al influir tanto en la patología de la Tau como en la de la placa amiloide, comprender mejor los efectos de los compuestos naturales sobre la ApoE y la Tau podría proporcionarnos información fundamental para desarrollar estrategias terapéuticas contra la EA y otras enfermedades neurodegenerativas. El riesgo de padecer EA es mayor en las mujeres que en los hombres y aumenta con la edad. Por ello, los científicos del Instituto de Investigación Dr. Rath estudiaron los efectos de los nutrientes en células derivadas de pacientes femeninas jóvenes y ancianas y las compararon con células normales.
El estudio reveló varias diferencias en la respuesta de las células de pacientes jóvenes y ancianas a los nutrientes. En las células jóvenes de la EA, el compuesto estrogénico vegetal daidzeína y el inositol, un compuesto similar al azúcar presente en las membranas celulares, podían reducir los niveles de la proteína APOE. Por el contrario, la fosfatidilserina y otro compuesto estrogénico, la genisteína, la aumentaron. Curiosamente, en las células viejas de la EA, con la excepción de la vitamina C, todos los compuestos naturales probados aumentaron los niveles de la proteína APOE. En las células normales, casi todos los compuestos redujeron significativamente sus niveles.
Al examinar la proteína Tau, que desempeña un papel crucial en la EA, el estudio descubrió que, en células jóvenes de EA, la daidzeína y la fosfatidilserina inhibían casi por completo sus niveles. El inositol y la genisteína también fueron eficaces para lograrlo. Tanto el inositol como la colina fueron muy eficaces en la disminución de Tau en células derivadas de pacientes ancianos con EA. En presencia de estos compuestos, los niveles de Tau eran casi indetectables. Sin embargo, tuvieron un efecto opuesto en las células normales: la daidzeína, la fosfatidilserina, el inositol y la colina aumentaron los niveles de Tau, mientras que la vitamina C no tuvo ningún efecto.
Es importante saber cómo pueden afectar los nutrientes a la ApoE y la Tau en las condiciones inflamatorias que se observan habitualmente en la EA. Dichas condiciones se imitaron en estos experimentos exponiendo las células a la citocina proinflamatoria IL1β. Los resultados mostraron que la inflamación aumentaba ligeramente los niveles de proteína APOE en las células jóvenes de la EA. Esto se redujo con la daidzeína, mientras que otros compuestos no tuvieron un impacto significativo. Sin embargo, la inflamación afectó de forma diferente a los niveles de proteína Tau, aumentándolos en las células de pacientes jóvenes y viejos con EA, pero no en las células normales. Bajo inflamación, todos los compuestos excepto la fosfatidilserina disminuyeron los niveles de proteína Tau en las células jóvenes de EA, mientras que en las células viejas de EA la genisteína, la daidzeína y la fosfatidilserina tuvieron efectos inhibidores similares a los observados en las células que sirvieron de control.
Este estudio del Instituto de Investigación Dr. Rath muestra por primera vez las complejas interacciones entre compuestos naturales e importantes biomarcadores de la EA, revelando que éstas dependen en gran medida del tipo de célula, la edad y las condiciones ambientales. Como resultado de sus efectos significativos en la reducción de los niveles de las proteínas ApoE y Tau, importantes en las células de la EA, el estudio identificó que el modulador selectivo de los receptores de estrógeno, la daidzeína, y un componente estructural de los lípidos, el inositol, son especialmente prometedores para futuras investigaciones. El estudio se suma al creciente número de pruebas que demuestran que los compuestos naturales podrían desempeñar un papel en el tratamiento de la EA, ofreciendo potencialmente nuevas vías de desarrollo terapéutico también en otras patologías cerebrales.