El té no es más que una infusión caliente hecha de hojas y brotes, a veces también de los tallos de un arbusto de té. Procede sobre todo de Oriente, desde hace siglos, y hoy en día es la segunda bebida del mundo después del agua. Todos los días, se bebe una cantidad impresionante: ¡3 mil millones de tazas, o lo que es lo mismo: casi 1/3 de las personas beben té! Hay muchos tipos de té y cada uno de ellos se caracteriza por unas propiedades y un sabor específicos, que es lo que todos tienen en común. Es decir, todos los tipos de tés tienen un impacto en nuestra salud. Esto se debe a que el té contiene una gran cantidad de compuestos bioactivos, especialmente polifenoles, flavonoides y taninos. Nuestro post de hoy está dedicado al té negro, un poco desacreditado a favor del té verde. Nos centraremos en sus propiedades para la salud, y especialmente en los compuestos que encontramos en él.
Negro, verde,…
Debido al procesamiento de la hoja utilizado, se obtienen distintos tipos de tés. El té negro, por ejemplo, se elabora a través de cuatro procesos: marchitamiento, torsión, fermentación y secado. El té verde, por otro lado, está hecho de hojas que se recogen, se secan y luego se someten a altas temperaturas. Esto se hace para evitar que las enzimas se activen. Además del té negro y del verde, según el método de elaboración, también tenemos té blanco, amarillo, oolong o pu-erh.
Teaflavina y sus propiedades promotoras de la salud
Los estudios epidemiológicos y clínicos han confirmado que el té negro es una rica fuente de ingredientes que promueven la salud, como son las catequinas y las teaflavinas. Las teaflavinas se utilizan ampliamente en productos farmacéuticos, producción de alimentos y naturoterapia. Diversos estudios han demostrado cómo modulan los efectos sobre la salud en los mecanismos celulares. Al parecer, las teaflavinas que se forman durante el proceso de fermentación del té negro poseen muchas propiedades beneficiosas para la salud, sobre todo propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antitumorales, antibacterianas y antivirales.
Teaflavina y SARS-CoV-2
En un estudio publicado recientemente sobre la proteasa 3CL del síndrome respiratorio agudo por coronavirus (SARS-CoV-2), se probaron ECGC (catequinas) y teaflavina, que inhibieron la actividad de la proteasa en función de la dosis administrada. La actividad de la proteasa 3CL es importante para la formación de proteínas virales funcionales que desempeñan un papel vital en la infección y su propagación. También se descubrió que tanto el EGCG como las teaflavinas mostraron interacciones significativas con los receptores diana del SARS-CoV-2 y, por lo tanto, podrían ser candidatos potenciales para el tratamiento y la prevención de la COVID-19.
Investigación del Instituto Dr. Rath
Se sabe que la unión del SARS-CoV-2 a los receptores celulares ACE2 y su infectividad dependen de una proteína viral llamada proteína espiga (SPIKE). La investigación reciente del Instituto se centró en las puertas de enlace celulares del coronavirus, los receptores ACE2. Los científicos también observaron con más detalle las enzimas TMPRSS2, la serina-2 transmembrana proteasa y la catepsina L. Estas enzimas son esenciales para que el virus se adhiera a las células de los pulmones y otros órganos y para que entren en la célula.
Eficacia
Las preparaciones actuales de ARNm se centran en evitar que la punta del virus se una a los receptores ACE2. Un estudio del instituto en el que se probaron más de 50 extractos de plantas diferentes encontró que la curcumina , un extracto de té negro que contiene teaflavina, y otras sustancias más, pueden inhibir la unión del virus a los receptores ACE2 y la entrada a las células. Además, la curcumina y la teaflavina fueron muy eficaces para inhibir la actividad de las enzimas TMPRSS2 y catepsina L. Te recordamos que estas enzimas facilitan la entrada del SARS-CoV-2 en las células. La fórmula desarrollada por el Instituto Dr. Rath, además de teaflavina del extracto de té negro, también contiene:
• vitamina C, que favorece el buen funcionamiento del sistema inmunitario y protege las células frente al estrés oxidativo;
• extracto de brócoli con glucosinolato de sulforafano al 5%;
• extracto de cúrcuma que contiene 95% de curcuminoides;
• quercetina, una sustancia vegetal natural del grupo de los flavonoides;
• baikalin, obtenido del baikal, una planta medicinal utilizada en la medicina tradicional china;
• N-acetil L-cisteína, una forma estable del aminoácido esencial L-cisteína;
• naringina obtenida de la cáscara de pomelo;
• resveratrol, un polifenol obtenido de la planta nudillo japonés.
Por lo general, comenzamos nuestro día con extractos de agua de café o té. La extracción es la forma de preparación de plantas medicinales más antigua conocida por la humanidad. Sin embargo, vale la pena usar extractos preparados, porque contienen cierta cantidad de una sustancia activa dada, cuya efectividad nos ayudará como preventivo. Porque existe una gran diferencia entre beber una taza de té o ingerir un extracto probado en el que la sustancia activa está estandarizada y su eficacia aumenta en acción sinérgica con otras sustancias. La inmunidad del cuerpo es más seguro basarla en un suplemento dietético, cuya eficacia está confirmada por la investigación. Porque solo un producto de este tipo te proporcionará los efectos que acabas de leer en este artículo. Recuerde: concéntrese en la calidad de la investigación. ¡Su salud se lo agradecerá!
