En un mundo en el que las infecciones bacterianas son una amenaza constante, los científicos del Instituto de Investigación Dr. Rath han descubierto un binomio ganador: la lisina y la vitamina C, que, combinadas, pueden convertirse en una poderosa fuerza contra las bacterias responsables de las infecciones del tracto urinario (ITU) y otras.
Las infecciones bacterianas, sobre todo las que causan ITU, son una preocupación generalizada. Estas infecciones pueden alterar la vida, causando molestias e incluso graves complicaciones de salud, y el uso excesivo de antibióticos no ha hecho, sino alimentar el aumento de cepas resistentes a los antibióticos, lo que dificulta un tratamiento eficaz.
Una de las cepas bacterianas conocidas por su formidable resistencia a los antibióticos es la Acinetobacter baumannii, responsable de infecciones de heridas, del tracto urinario o de los pulmones (causando neumonía), y que puede tener desenlaces fatales. Las tasas de mortalidad entre los pacientes infectados por A. baumannii oscilan entre el 26% y el 55%.1
Otra bacteria gramnegativa, Escherichia coli, forma parte de la flora intestinal, también puede transformarse en un adversario temible, causante de enfermedades intestinales, infecciones urinarias, etc. Su resistencia a los antibióticos es provoca unas 265.000 enfermedades y 100 muertes al año en Estados Unidos.
Teniendo en cuenta estos datos, el equipo de investigación del Dr. Rath, dentro de su búsqueda de soluciones naturales y no tóxicas para la salud, recurrió a la lisina y la vitamina C, dos nutrientes que han demostrado una variedad de beneficios para la salud, incluyendo propiedades antiinfecciosas.
Nuestra investigación ha demostrado que cuando estos dos nutrientes se utilizaron individualmente contra E. coli y A. baumannii, ninguno era capaz de inhibir el crecimiento de estas bacterias o matarlas. Sin embargo, cuando se aplican juntos, la lisina y la vitamina C muestran una notable eficacia antibacteriana. Lisina más vitamina C utilizadas con o sin bioflavonoides han demostrado una reducción notable del crecimiento bacteriano, deteniéndolo, y un aumento de 3,5-4 veces en la eliminación de estas dos sustancias nocivas.2
Estos notables hallazgos refuerzan aún más la evidencia del poder desencadenado por la sinergia de nutrientes. Aunque ni la lisina ni la vitamina C, por sí solas, pueden ofrecer los resultados deseados, cuando se combinan, forman una alianza imbatible que reduce significativamente el crecimiento de las bacterias nocivas y las elimina.
Estos nutrientes, que nuestro organismo no puede producir, son importantes para mejorar su capacidad de combatir las bacterias, ayudándole a mantenerse más sano.
La eficacia combinada de la lisina y la vitamina C va más allá de los métodos antibióticos tradicionales al incluir potencialmente sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, frenando así mecanismos celulares que complementan y favorecen las infecciones.
La lisina desempeña un papel crucial en la formación de colágeno y matriz extracelular extracelular, fortaleciendo las barreras naturales del organismo
La vitamina C, conocida por sus propiedades inmunitarias, también es esencial para producir colágeno sano, proporcionando así una capa externa de defensa. Juntos conforman un potente sistema de defensa que puede protegerle de otras cepas bacterianas patógenas.
En un mundo en el que no podemos depender únicamente de los antibióticos, es importante buscar nuevas posibilidades sanitarias para combatir ITUs (infecciones del tracto urinario) y otras.
El poder combinado de la lisina y la vitamina C puede eliminar eficazmente las bacterias nocivas y fortalecer las defensas del organismo para prevenir infecciones.
No espere a que aparezca la próxima infección. Aproveche el poder protector de la lisina y la vitamina C y tenga bajo control su salud y su bienestar.
Referencias:
- 1. Falagas ME, Rafailidis PI. 2007. Mortalidad atribuible a Acinetobacter baumannii: fin de la conroversia. Crit Care.
- 2. W. Sumera et al. 2023. L-lisine y vitamin C trabajando mejor en sinergia contra Escherichia coli y Acinetobacter baumannii. CM&NH.