Una nutrición sana y equilibrada puede hacer que se libere todo el potencial de tu mente y salvaguardar tu bienestar cognitivo.
El cerebro es una maravilla de complejidad y depende de la nutrición para prosperar, producir energía y sintetizar neurotransmisores y mantener su equilibrio en el organismo. Necesita nutrientes para sintetizar y regular diversas hormonas, producir y reparar sinapsis nerviosas (la conexión entre dos neuronas) y la vaina de mielina (la cubierta protectora alrededor de las neuronas). El cerebro también necesita una barrera hematoencefálica sana que controle el paso de sustancias entre el torrente sanguíneo y el cerebro.
Pero, además, el cerebro es un órgano de alto rendimiento que necesita energía constantemente. El aminoácido L-carnitina y la coenzima Q-10 son, en este sentido, importantes para la producción de bioenergía mitocondrial en las células y resultan esenciales para el funcionamiento óptimo del cerebro.
Neurogénesis y neuroprotección
El cerebro es susceptible al daño oxidativo debido a su elevado consumo de oxígeno y a su contenido en lípidos. Antioxidantes como las vitaminas C y E, el zinc, el cobre, el selenio y los polifenoles protegen a las neuronas del daño oxidativo y las enfermedades neurodegenerativas. Micronutrientes como las vitaminas del grupo B, los ácidos grasos omega-3 y ciertos minerales favorecen la neurogénesis (creación de nuevas neuronas) y refuerzan las conexiones sinápticas (plasticidad sináptica). Estos procesos son esenciales para el aprendizaje, la memoria y la función cognitiva adaptativa.
La memoria, por otra parte, es una función cognitiva compleja que depende de unos neurotransmisores óptimos, de la producción de energía, de la comunicación neuronal y de la resistencia al estrés oxidativo. Una dieta equilibrada garantiza que la memoria se mantenga ágil y fiable.
Además, plantas como el ginseng americano y la rhodiola rosea son conocidos adaptógenos que ayudan al organismo a adaptarse al estrés oxidativo y a otros factores estresantes, y pueden mejorar la función cognitiva y la memoria. El aminoácido L-carnitina y la coenzima Q-10 también ofrecen protección antioxidante y mantienen el cerebro resistente frente a otros factores estresantes. Las plantas medicinales ayurvédicas tradicionales como gotu kola y bacopa monnieri, conocidas por sus propiedades neuroprotectoras, ayudan a mantener una mente vibrante.
Y para que las conexiones se realicen del modo adecuado tenemos que habar de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y el GABA (ácido gamma-aminobutírico) que transmiten señales entre las neuronas e influyen en el estado de ánimo, la motivación, la concentración y la función cognitiva. Nutrientes como los aminoácidos, las vitaminas del grupo B y los minerales son esenciales para la síntesis de estos neurotransmisores. La teanina, que se encuentra en las hojas de té, también puede ayudar a estabilizar el estado de ánimo equilibrando los neurotransmisores dopamina y serotonina.
Otro aspecto fundamental es la estabilidad de la mielina que forma una vaina protectora alrededor de las fibras nerviosas, esencial para una transmisión rápida y eficaz de las señales. La vitamina B12, el folato y los ácidos grasos esenciales son fundamentales para la formación y el mantenimiento de la mielina.
Igual de crucial resulta contar con una barrera hematoencefálica sana que mantenga a raya las toxinas nocivas y los agentes inflamatorios. La inflamación crónica está relacionada con el deterioro cognitivo y diversos trastornos neurológicos. Algunos nutrientes, como la vitamina C, la rosa mosqueta, rica en vitamina C, y la bacopa monnieri, son potentes agentes antiinflamatorios y antioxidantes.
Para el equilibrio hormonal y el buen humor, ciertas vitaminas del grupo B, el folato y la vitamina D resultan esenciales. Las propiedades calmantes de la paja de avena y la teanina pueden ayudar a combatir los efectos del estrés en el cerebro.
Los efectos individuales de estos compuestos naturales ganan en potencia para la salud cuando trabajan juntos como los instrumentos de una orquesta, de ahí lo mejor de la sinergia.
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