La parĆ”lisis temblorosa y la falta de fuerza son algunos de los sĆntomas de la enfermedad de Parkinson. Pero, Āæde dĆ³nde viene esta enfermedad crĆ³nica?Ā La causa bĆ”sica del Parkinson es el estrĆ©s celular y un mal funcionamiento del sistema nervioso central.
Las cĆ©lulas nerviosas, cuya funciĆ³n es producir dopamina, mueren. El daƱo resultante se manifiesta en el nĆŗcleo celular y las agresivas molĆ©culas de oxĆgeno entran en escena (el llamado estrĆ©s oxidativo). Como resultado de todo ello, aumenta el desgaste de estas neuronas. Al mismo tiempo, las mitocondrias, las centrales energĆ©ticas, tambiĆ©n se desequilibran.
La consecuencia: los compuestos radicales de oxĆgeno se apoderan de las cĆ©lulas. En los afectados, los defectos nerviosos se van haciendo patentes.
En Alemania, unas 400.000 personas padecen Parkinson en distintos estadios. La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad degenerativa neuronal mĆ”s frecuente despuĆ©s de la enfermedad de Alzheimer. AdemĆ”s del temblor clĆ”sico, los sĆntomas tĆpicos incluyen limitaciĆ³n de la movilidad, alteraciones del equilibrio, expresiones faciales rĆgidas y una voz monĆ³tona.
Los enfermos de Parkinson tienen dificultades para mantener el cuerpo erguido.
La expresiĆ³n facial, que forma parte de la expresiĆ³n de sentimientos y pasa a primer plano en los encuentros interpersonales y durante la comunicaciĆ³n, se ve afectada. AdemĆ”s, la marcha arrastrando los pies y los mĆŗsculos endurecidos acompaƱan la vida cotidiana de los afectados. Aumenta el riesgo de caĆdas, y los patrones de movimiento se ven alterados. TambiĆ©n puede haber necesidad de carraspear, dificultad para tragar y sensaciĆ³n de nudo en la garganta.
Una dieta sana y equilibrada es un aspecto importante en el tratamiento del Parkinson, aunque comer y beber en pĆŗblico a causa del temblor o la dificultad para tragar se ve dificultado.
Los grupos de autoayuda son en este sentido beneficiosos y pueden ayudar con ejercicios para fortalecer la espalda y contribuir a mejorar la confianza en uno mismo.
Sin embargo, el Parkinson no sĆ³lo se asocia a deficiencias motoras, sino que suele ir acompaƱado de sĆntomas psicolĆ³gicos durante su curso. Pueden aparecer ansiedad, depresiĆ³n, apatĆa y alucinaciones por lo que los afectados reducen sus contactos sociales por vergĆ¼enza. Con el retraimiento llega la soledad y el aislamiento empeora el estado general.
AdemĆ”s, aparece la falta de alegrĆa y la pĆ©rdida de emotividad, asĆ como a la pereza interior y exterior, debida al desequilibrio de los neurotransmisores del cerebro. La dopamina, la noradrenalina y la serotonina ya no funcionan correctamente.
La enfermedad degenerativa de Parkinson es mĆ”s frecuente en personas mayores, pero tambiĆ©n puede aparecer a una edad mĆ”s temprana. Los sĆntomas suelen desarrollarse entre los 50 y los 60 aƱos, y se acentĆŗan con la edad. La enfermedad de Parkinson es diagnosticada por un mĆ©dico tras un examen fĆsico y neurolĆ³gico.
En esta enfermedad, se ha comprobado que los radicales libres campan a sus anchas. Por otra parte, se estudia a los virus y el contacto con toxinas como los pesticidas como posibles desencadenantes.
En ese sentido, los antioxidantes pueden ser de ayuda. Estos se encuentran, entre otros, en el brĆ³coli, la col, los tomates, las bayas (especialmente el arĆ”ndano rojo) y el espino amarillo.
Sin embargo, el contenido de micronutrientes en frutas y verduras ha disminuido considerablemente en las Ćŗltimas dĆ©cadas. La agricultura extensiva, la recolecciĆ³n temprana o los procesos de transformaciĆ³n y manipulaciĆ³n han llevado a que los micronutrientes del plato ya no sean tan abundantes como esperamos. Por ello, el organismo de los enfermos tiene una demanda aumentada de micronutrientes en general, tanto de vitaminas, como de minerales y oligoelementos.
Entrando en el papel de los micronutrientes, niveles equilibrados de vitamina D pueden reducir el riesgo de enfermedad de Parkinson. TambiƩn hay que tener en cuenta el magnesio y los oligoelementos hierro, zinc y selenio.
Los pacientes con enfermedad de Parkinson suelen tener un nivel bajo de glutatiĆ³n, un poderoso antioxidante que, junto a la coenzima Q10, serĆ” de gran ayuda en la enfermedad. La Q10 interviene significativamente en el suministro de energĆa en las mitocondrias. Una dosis elevada de coenzima Q10 puede mejorar los sĆntomas y ralentizar la progresiĆ³n de los sĆntomas.
Las vitaminas, los minerales y los oligoelementos influyen positivamente en la progresiĆ³n de la enfermedad de Parkinson. Las vitaminas del grupo B pueden reducir la incidencia y mejorar los sĆntomas clĆnicos. Especialmente las vitaminas B6 y B12 en combinaciĆ³n con el Ć”cido fĆ³lico tienen un efecto beneficioso sobre las neuronas y sus funciones.
Los niveles de homocisteĆna suelen ser elevados en los pacientes de Parkinson. Esto tambiĆ©n puede regularse con Ć©xito mediante una ingesta especĆfica de B12, algo a controlar porque los niveles excesivamente altos de homocisteĆna pueden provocar enfermedades cardiovasculares.
AdemĆ”s, el Ć”cido graso omega-3 favorece la circulaciĆ³n cerebral y actĆŗa como protector celular natural, pudiendo retrasar la progresiĆ³n de la enfermedad de Parkinson. AdemĆ”s de en el pescado y el marisco, se encuentra en el aceite de oliva, el aceite de linaza, el aceite de cƔƱamo, el aceite de colza y el aceite de nuez.
La pĆ©rdida de energĆa, la falta de impulso y los fallos de memoria son algunas de las quejas mĆ”s comunes de los afectados. La dopamina regula la funciĆ³n muscular y la coordinaciĆ³n. Una deficiencia de este neurotransmisor debe ser tratada como mĆ”xima prioridad en el tratamiento.
AdemĆ”s, como las cĆ©lulas responsables de la producciĆ³n de dopamina reaccionan de forma especialmente sensible a los factores de estrĆ©s oxidativo, los antioxidantes que protegen las cĆ©lulas son de gran importancia. AdemĆ”s, la producciĆ³n de la hormona de la felicidad puede potenciarse con una dieta adecuada.
Una dieta antiinflamatoria tiene un efecto muy positivo: En particular, la Ā«alimentaciĆ³n funcionalĀ» estĆ” orientada a ciertos problemas de salud y aporta un componente regenerativo.
Las comidas deben ser ligeras y ricas en fibra. Una flora intestinal saludable tambiĆ©n favorece una liberaciĆ³n sĆ³lida de dopamina.
Aunque no existe una profilaxis directa para esta enfermedad, un papel importante lo desempeƱan los antioxidantes, que sellan las cƩlulas e impiden la entrada de radicales libres.
Por ello, la ingesta regular de micronutrientes es de gran utilidad porque nos hace resistentes al estrƩs oxidativo, que a largo plazo conduce a la enfermedad.
Una nutriciĆ³n consciente y una suplementaciĆ³n sensata, junto con chequeos mĆ©dicos preventivos e intervenciones mĆ©dicas oportunas nos ayudan a llegar con vitalidad hasta la vejez.
FUENTES:
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