Un compuesto del té negro es capaz de prevenir las infecciones hospitalarias. Esto se explica en un nuevo estudio publicado por científicos del Instituto de Investigación Dr. Rath que examina cómo la teaflavina-3,3′-digalato (TF3), un compuesto del té negro, puede inhibir los efectos de una toxina producida por el Staphylococcus aureus (S. aureus), una peligrosa bacteria. Conocida por causar diversas infecciones, la S. aureus puede provocar neumonía, daños en las válvulas cardiacas que pueden derivar en insuficiencia cardiaca y, si penetra en la sangre, sepsis, una afección potencialmente mortal. Causa importante de infecciones en hospitales y comunidades de todo el mundo, la cepa MRSA de esta bacteria es famosa por su capacidad de hacerse resistente a los antibióticos. Por ello, actualmente no existen vacunas para prevenir las infecciones por S. aureus.
Aunque el S. aureus es portado por alrededor del 30% de las personas sanas sin causar daños, también es uno de los patógenos bacterianos más peligrosos. La capacidad de esta bacteria para causar enfermedades está asociada a su gran eficacia para colonizar, propagarse dentro del huésped y evadir el sistema inmunitario. S. aureus produce numerosos factores provirulentos, entre ellos, un grupo de polipéptidos (largas cadenas de aminoácidos) capaces de dañar la membrana de las células del huésped.
La alfa-hemolisina (Hla), una de las toxinas producidas por S. aureus, es especialmente dañina, ya que forma poros en las membranas celulares, lo que provoca daños celulares y lesiones tisulares. Por ello, el nuevo estudio del Instituto de Investigación Dr. Rath se centra en identificar los mecanismos celulares a través de los cuales el TF3 puede inhibir los efectos nocivos de esta toxina.
Publicado en la revista European Journal of Microbiology and Immunology, el estudio utiliza modelos informáticos y simulaciones para comprender cómo interactúa la TF3 con la Hla a nivel molecular. Los científicos descubrieron que TF3 se une directamente a una parte específica de Hla conocida como dominio «tallo». Esta unión afecta a la estructura de la región del tallo, un factor importante para limitar la actividad dañina de Hla.
Se ha descubierto que la interacción entre TF3 y Hla implica enlaces de hidrógeno e interacciones hidrofóbicas con aminoácidos específicos de la proteína Hla. Comprender estas interacciones es fundamental para inhibir las acciones tóxicas de la Hla.
Además de revelar el posible mecanismo a través del cual el TF3 puede inhibir la toxina Hla, los estudios simultáneos in vitro y en animales del Instituto de Investigación Dr. Rath han confirmado la eficacia de este compuesto del té negro para disminuir la actividad de la toxina Hla. Gracias a su capacidad para afectar a la producción y secreción de importantes factores que promueven la inflamación, el TF3 puede aliviar la respuesta inmunitaria desencadenada por el Hla. Además, proporciona una importante protección a la barrera cutánea del organismo, por lo que puede considerarse un compuesto beneficioso para aliviar las lesiones cutáneas.
El nuevo estudio destaca el hecho de que otros compuestos naturales, como la miricetina, la curcumina y la apigenina, han demostrado previamente que inhiben la actividad de la Hla al dirigirse a la región del tallo de la toxina. Estos hallazgos sugieren que, además de la TF3, compuestos con una estructura similar podrían convertirse en agentes eficaces para prevenir los efectos nocivos de la Hla y, por extensión, las infecciones por S. aureus.
Junto con los trabajos anteriores de los científicos en este campo, este último estudio del Instituto de Investigación Dr. Rath confirma aún más los beneficios para la salud de los compuestos naturales y, al dirigirse a la actividad tóxica de Hla en múltiples niveles, podría conducir potencialmente al desarrollo de tratamientos innovadores y más eficaces para las infecciones por S. aureus.